Para contactar conmigo…
Una cosita antes.
Si vas a enviarme una petición usando el formulario o un mensaje directo quiero que sepas que hay unas normas mínimas a tener en cuenta.
Así que te pido que las leas y pienses si de verdad tu motivación las atiende antes de que pierdas el tiempo y me lo hagas perder a mí.
No me molesta que me escribas, ni quiero caerte mal, pero si no se ajusta a las normas no voy a responderte.
Simplemente por eso.
Y no voy a responderte por respeto a las personas que sí atiendan estas normas, que son las que se necesitarán una respuesta.
Terminado el momento borde, aquí van mis odiosas normas…
Si has llegado hasta aquí y todavía no me odias es porque te interesa de verdad alguno de mis servicios. También porque seguro que me entiendes. Ahora, el siguiente paso, por el que opta la mayoría de la gente, es contactarme usando el formulario o chatearme directamente en la burbuja. Sea cual sea la forma que prefieras usar, envíame las preguntas que tienes para mí para que pueda guiarte…
Debes saber que recibo un buen puñado de correos al día. Sé que suena a excusa, pero no lo es. Te lo digo solo porque puede que no te responda en el mismo día, pero ten por seguro que lo haré lo más posible.
Gracias por tu interés y por aguantarme la chapa 🙂