Quién me conoce sabe que son muy fan de comprar y comer en el mercado. Frutas y verduras de kilómetro cero, de cerquita de casa, y carnes y pescados de granjas y caladeros también próximos. No se me ocurre mejor plan para una mañana de domingo, en tu pueblo o tu ciudad, que una visita para comprar en el mercado.
Comer en el mercado
Los mercados han ido mutando en lugares no solo de compra, sino de mucha actividad social. Lugares modernos y dinámicos donde prolongar tus compras con almuerzos en diferentes puestos. Así, muchos pueden verse ya por toda España como lugares de tapeo y reunión social. Aquí, en Santa Cruz de Tenerife, el Mercado de Nuestra Señora de África (al margen de guasonas polémicas) se convierte cada fin de semana en polo de frenética actividad social. Y lo hace gracias a su variada y cambiante propuesta de comida tradicional e internacional. Por eso, en cada ciudad que visito lo primero que hago es buscar su mercado. Esto me ayuda a entender su gastronomía y costumbres a través de su oferta de materia prima para la cocina y el paladar. Es un ejercicio que te propongo que hagas siempre, porque sacarás mucha información sobre el destino en el que te encuentras.
Buscando el Mercado de Cádiz

Nada más llegar a Cádiz, donde estuve hace pocas semanas en una escapada junto a mis padres, mi hermana, mi cuñado y mi recién nacida sobrina (no he visto cosa más bonita), me fui de ‘procesión’ hasta su Mercado Central de Abastos de Cádiz. Allí encontré una fantástica disposición de los puestos, una gran variedad de marisco y de pescado, y una gente con mucha gracia, esa misma que solo tienen los gaditanos. Además, para mi sorpresa, había un sinfín de puestos de comida preparada con materia prima de lugar y enfoque internacional. Algunos de estos puestos, incluso, entre los mejores sitios donde comer tapas y pinchos en Cádiz según TripAdvisor. Nos liamos la manta a la cabeza y tomamos la decisión fácil: seguiríamos un rato de turisteo y a la hora de almorzar íbamos a comer en el mercado, para hacer un recorrido gastronómico así nos explotara la panza.
Una parada obligada para el turista
Nos dio tiempo antes del festín de visitar la Torre Tavira y su cámara oscura, una experiencia que no debes dejar pasar. A la salida, corrimos como almas que lleva el diablo al mercado intentando no llegar a una hora muy avanzada, no fuera a estar todo lleno. Llegamos sobre las 13:30 y aún había algunas mesas libres en el centro del mercado. Allí puedes retirarte a degustar cada plato, tapa o pincho que compres en los distintos puestos.

Minihamburguesas de retinto en dosbocados, fritura de cazón y chocos en el DKY -que estaba para morirse-, pintxos variados en el Aupa Kadi (mucho arte en ese nombre), unas pizzas en Di Bocca in bocca y un variado de makis y nigiris en el Gadisushi hicieron que comer en el mercado de Cádiz fuera algo para repetir y no olvidar. Como podréis imaginar todo materia prima de primera. El pescado fresco, muy fresco. Y ya puestos, qué demonios, unos buenos crepes de nutella con helado de chocolate dentro ¡De locos! De esto último no dejo fotos porque tampoco hay necesidad de hacer sufrir a nadie a estas horas a las que escribo.

¡Hasta la próxima!