4 consejos para hacer el tupper perfecto para el trabajo

tupper perfecto para el trabajo

La clave para llevar una buena alimentación y un estilo de vida saludable es la organización, y ya que estamos en septiembre y la rutina y el orden vuelven a nuestras vidas -por fin-, te diré que lo primero que tienes que organizar son tus almuerzos. Estos son 4 consejos para conseguir el tupper perfecto para el trabajo

Si eres de los que tienes que almorzar en el trabajo o en algún bar cercano porque no te da tiempo de volver a casa para comer, tu mejor aliado serán los tuppers. Llevar tu propia comida al trabajo hará que controles lo que vas a comer, así como la calidad y la cantidad de tus comidas. Pero no te preocupes, comer de tupper no significa que tengas que comer soso, seco, ni aburrido. Solo tienes que dedicar un poco de tiempo a planificar, echarle algo de imaginación y seguir los siguientes consejos.

1) Un tupper perfecto para el trabajo repleto de nutrientes

Una alimentación saludable es sinónimo de una alimentación balanceada y equilibrada, en la que estén presentes todos los nutrientes que tu cuerpo necesita. Aunque cada persona requiere unos nutrientes en particular dependiendo de muchos factores, como, por ejemplo, el peso, la altura, la actividad física, etc., de forma general, para conseguir un tupper equilibrado puedes seguir estas reglas:

** La mitad de tu tupper tiene que estar compuesto por verdura, siendo éstas la parte principal de tu comida. Intenta que la verdura sea variada, de todos los colores y formas, crudas o cocinadas. Puedes cambiar cada día y alternar ensaladas, verduras asadas, salteados, guisos, cremas, o crudités. 

** Una cuarta parte de tu tupper perfecto para el trabajo será la proteína, y la podrás obtener tanto de alimentos de origen animal como vegetal. Algunos ejemplos de proteína son el pollo, la ternera, el cerdo, el salmón, el atún, las gambas, el huevo, el tofu, las lentejas, los garbanzos… Puede ser una buena ocasión para consumir legumbres, ya sean en ensalada, salteadas o en guisos. Aprovecha que las legumbres se mantienen en mejor estado con el paso de las horas que casi cualquier otro alimento, por lo que siempre tendrás la sensación de estar tomando comida recién hecha, aunque la hayas cocinado el día anterior o días antes.

** La otra cuarta parte de tu tupper estará formada por tubérculos, cereales integrales o grasas saludables. Para finalizar la distribución de tu tupper tienes que asegurarte un buen aporte de energía para continuar tu jornada. Lo conseguirás incluyendo alimentos ricos en hidratos de carbono o de grasas saludables. Algunos alimentos donde puedes encontrar los hidratos de carbono son el arroz, la papa, la quinoa, la pasta o el pan, siempre intentando incluir sus versiones integrales. Las grasas las encuentras en alimentos como el aguacate, las aceitunas, el aceite de oliva virgen extra, las semillas y los frutos secos.

2) La planificación es la clave

Otra regla a aplicar para preparar un tupper perfecto es el “no improvises”. Te recomiendo que planifiques tu menú semanal, bien haciéndolo por tu cuenta, o bien siguiendo los consejos de tu nutricionista. De esta forma tu tupper perfecto para el trabajo se amoldará a tus necesidades energéticas y te aseguras todos los nutrientes que necesitas.

Para hacerlo de manera óptima dedica una mañana o unas horas a la semana para cocinar y adelantar parte de la comida que utilizarás durante la semana. Seguro que te suenan estas palabras tan moda en Instagram, el ‘batch cooking’. Sí, es justamente esto. Algunos ejemplos básicos de lo que puedes adelantar en tu sesión de batch cooking pueden ser: cocer arroz, pastas, legumbres, quinoa y huevos para tenerlas preparadas cuando vayas a montar tu tupper. También puedes asar verduras o hacer sofritos, salsas y aderezos, guisos de legumbres, cremas de verduras y papas asadas o en puré.

3) De postre, productos frescos

Elige fruta fresca cortada y almacénala en un tupper perfecto para el trabajo separado del resto de la comida. También puedes optar por una pieza de fruta completa que ya incluye su propio envoltorio como, por ejemplo, el plátano, la naranja, el melocotón, la pera, la manzana, etc. Si prefieres algún lácteo, elige opciones individuales naturales sin endulzar, como el queso fresco, el yogur griego o el yogur natural.

4) Salsas y aderezos aparte

Uno de los grandes problemas de las comidas para llevar es que con el paso de las horas o tras su paso por el frigorífico la comida, sobre todo si es carne o pescado, puede quedarse seca. Si es una ensalada, es posible que si no tienes el cuidado suficiente acabes comiendo unas pobres hojas de lechuga pochas y blandas.

Para evitarlo transporta la salsa en un recipiente aparte y échala en el tupper y mézclala con el resto de alimentos al momento de consumirlos. Evitarás que la comida se quede pocha y parecerá recién hecha. Tampoco le eches sal a la carne hasta que no la hayas calentado y justo la vayas a comer.

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